miércoles, 1 de abril de 2015

UN AMOR ETERNO NACIDO CON LA CREACIÓN. TERCERA PARTE ESTER. CAPITULO XX- UNA VIDA COTIDIANA

   
CAPITULO XX UNA VIDA COTIDIANA

Teresa, madre de Vicente, conocía la predilección de Ester por los musicales. Antes de cenar se pasó por recepción con la intención de lograr seis entradas para el mejor musical que se representara en la capital. A ser posible un palco. Andaban finalizando la cena cuando un botones llevaba en una bandeja las entradas. Los ojitos de Ester se abrieron, como los de un mapache, cuando Teresa les comunicaba que un coche les esperaba para conducirlos al centro de Madrid donde asistirían al musical. Unos minutos para el aseo bucal, ligero retoque en sus peinados y subir en la limusina que aguardaba en la entrada. Al detenerse en la puerta del teatro otro personaje les esperaba. Rafael, aceptó encantado la invitación que le entregó un botones del hotel junto a una nota. La niña estaba ilusionada y a pesar de estar destrozada por el viaje un musical no se lo perdía por nada. Vicente no era un amante de esos espectáculos pero fue de quien partió la idea de asistir esa noche y Teresa no lo dudó un segundo. Fue una gran representación y la plantilla de actores increíble disfrutando de lo lindo.  
   Desayunaron juntos y luego un abrazo selló la despedida. Vicente rumbo a Gandía en compañía de su madre mientras Ester lo hacía con sus padres para Donostia. Al día siguiente, viernes, a las cinco de la tarde debía ir al aeropuerto en Irún para desplazase a Cádiz y de ahí a Algeciras donde les esperaba una nueva regata. No iban a tener ni un fin de semana de descanso. Su madre le advirtió que se preparara la cartera el lunes se reanudaban las clases después de las vacaciones de Navidad. Así lo hizo. Al concluir lo solicitado por su madre y aunque no era la hora habitual de cenar la familia decidió ir a la Perla, el servicio no regresaba hasta el lunes de las mini vacaciones, y Andrea no andaba por la labor de ponerse a cocinar. 
   No eran las veintidós horas cuando regresaban a casa y la niña se metió directa en su cuarto, tras las buenas noches a sus progenitores. Andaba con la idea de poderse conectar con su abuelo para contarle todo lo sucedido. Casi olvida el aseo personal antes de ir a dormir. Cosa sagrada y ritual en ella. Con la luz apagada y tapada con el nórdico hasta las orejas comenzó a tratar de relajarse para poder conectar. Le costó algo más que en otras ocasiones pero poco a poco comenzó a sentir como su espíritu se elevaba para perderse en el infinito y aterrizar en esa cala inconfundible. Ahí estaba el abuelo de pie junto a su palmera abriéndole sus brazos.  De la mano comenzaron a caminar por el linde de la playa. Esta vez no aguardó esos minutos de silencio que solían emplear, relatando de inmediato todo aquel increíble viaje. Cómo le seleccionaron para esa próxima olimpiada. Julián se congratulaba especialmente por las circunstancias que se dieron para ello. Le había tocado el corazón y llegó a comentar que el logro era doble. Prosiguió contando el comportamiento de Albert, su abuelo sonrió, con su nieta había logrado su obra de arte como educador. La eternidad estaba garantizada. Le relató punto por punto la historia de Vicente y se sorprendió. Invitándole a que indagara sobre aquella chica. Sus padres debían llevarle a Wissant, para tratar de descubrir si había alguna relación con su familia. Así se lo prometió a su abuelo y prosiguieron el paseo hasta que decidieron separarse uno para regresar a la eternidad, ella a su cama y recuperar fuerzas, pues el fin de semana seria intenso. 
    En esa mañana se recreó en su lecho, tenía mucho sueño retrasado y lo recuperó sin ningún género de duda. Al mediodía las señoras de la casa se fueron a comer a la bodeguilla cercana al palacete. Greet tenía guardia veinticuatro horas y las pasaría en el hospital. Luego de reposar un poco la comida su madre cogió el coche y le acompañó hasta el aeropuerto. En Cádiz Rafael aguardaba su llegada para trasladarle al hotel de Algeciras donde entrenarían y competirían. De nuevo Vicente esperaba junto a su entrenador, se saludaron con euforia para ir directamente a cenar.   Estaba finalizando cuando se personó Teresa, había quedado con Rafael para tratar el asunto del diseño. Fue directa a los jóvenes dio un fuerte beso a Ester y luego se fundió con su hijo para saludar a Rafael que se había levantado de la mesa. Concluidos los saludos fue a recepción y se inscribió en el hotel para ese fin de semana. Rafael le acompañaba a pesar de sus ruegos para que concluyera la cena con los chicos pero le acompañó hasta recepción, subió las maletas hasta la habitación para en un sillón de la planta esperar a que saliera arreglada. Teresa se duchó cambió la ropa y al verle aguardando le abrumó tanta caballerosidad. Mientras cenaba, él se tomó los postres para esperar pacientemente a tomar juntos el café. Ester captó de inmediato que algo romántico comenzaba a nacer entre los dos. Al comentarlo con Vicente éste le aseguró no creía que pudiera pasar. Su madre no volvería a caer en la garras de ningún hombre. Sonrieron sin darle mayor importancia, pero estaba convencida. Lo había leído en sus almas a través de sus miradas. La magia y la brujería de Usekör fue transmitida a través de su abuelo. Mientras nuestros dos jovencitos iban a perderse en sus habitaciones, la pareja se quedó charlando en el comedor, hasta que les invitaron a salir pues iban a cerrar para recoger y preparar las mesas del desayuno.
    Salieron juntos del hotel y fueron a un pub a tomar unas copas y proseguir hablando sobre el proyecto de la joven. Ambos habían hablado con sus padres. Andaban incrédulos ante la actitud de aquel matrimonio. No eran ningunos ignorantes, pero tenían una confianza plena en su pequeña y en cosas que solo le afectase le permitían tomar sus decisiones. Pero comentaron si había algo que pudiera influir en otros se hablaba y se tomaban las cosas por consenso. Era la filosofía del abuelo. Los equipos son los que mejor funcionan y mayor resultado aporta. Pero sobre todo el resultado se reparte entre todos por igual haciendo protagonistas a todos los que participan en el proyecto. Dejando el protagonismo. Una filosofía de la educación que les llegó a los dos ingenieros. Ambos estaban de acuerdo que el diseño era casi incomprensible que una persona sin una base científica hubiera ideado de esa forma un diseño de ese tipo. 

   ¡Esta cría cuando sea ingeniera nos lleva al resto a la jubilación!

   El comentario de Rafael fue refrendado mientras reían y sus manos se rozaron. Sus risas cesaron y la expresión de sus rostros reveló sin la menor duda que las sospechas de Ester no andaban muy descarriladas. Sus almas se elevaron un peldaño más y como imán y pieza metálica sus labios se aproximaban sin posibilidad de freno, para morir los de uno en los del otro. Sus brazos comenzaron a rodear a su pareja y fundidos intercambiando sus químicas permaneciendo por espacio de unos minutos. Las primeras reacciones químicas daban a entender que el resultado era satisfactorio. De nuevo todos los escalones hasta llegar al supremo, al del amor eterno. En la pista de baile fundidos en uno se movían al ritmo lento de esa melodía que no olvidarían en sus vidas. De nuevo sus químicas, de nuevo las reacciones confirmando, sino aumentado el resultado. 
   Cuando Teresa fue a su habitación no daba crédito a lo sucedido, a los dos les hubiera gustado finalizar esa noche juntos pero eran personas con los pies en el suelo. No eran unos niños y si se trataba de una aventura más habría tiempo para ello. Pero a los dos les pareció lo más correcto reprimir sus instintos y obedecer a la cabeza. Jamás se hubiera imaginado llegar a ese escalón, cuando se casó con su marido pensó que lo había alcanzado pero desde luego le faltaban demasiados peldaños. Ahora estaba convencida que esa escalera que conducía al amor eterno se había terminado, con aquel hombre alcanzó el último. Rafael era esa persona que el Señor le había reservado. Detuvo su mente y sonrió estaba repitiendo las palabras de su hijo con Terci. 

   ¡Cómo debió sufrir su niño al perderla! 

   Ahora comprendía ese bajón, esa tristeza. Como adoraba, si cabe más, a esa criatura que levantó el ánimo de su hijo y luego le condujo hasta ese hombre que todo daba a entender que sería ese amor eterno que pregonaban la pareja de críos. Esa niña portaba la alegría por donde pasaba, convertía a la gente a ese mundo que es increíblemente maravilloso, aunque en ocasiones sea infinitamente injusto. Otra de las últimas frases de su hijo, y como no transmitida por ese ángel.  
   La regata se desarrolló en dos mangas una por la tarde del sábado y la otra el domingo en la mañana. Pero muy temprano andaban con las embarcaciones realizando diversas trazadas en el campo de regatas. No conocían esas aguas y debían acomodarse en ellas lo antes posible. Sin duda un buen test para ver cómo se desenvolvía nuestros jóvenes. Ester leyó de inmediato el mar, sería su primera competición sin un conocimiento externo del lugar por nativos de la zona, pero había navegado en tantas aguas y con su abuelo había hablado de esos lugares de la costa española. Teniendo información privilegiada sobre las aguas de Algeciras gracias a su yayo. A Vicente por la noche se lo estuvo contando y salvaron a la perfección las dificultades con las que se encontraron. La tarde no ofreció ninguna dificultad a nuestros navegantes y la ventaja de los dos representantes españoles sobre el resto fue muy superior. 
   Ester estaba cada vez más convencida de la chispa que saltó entre esa pareja. Rafael y Teresa, estaban cenando en el hotel cuando tiró con toda la intención el tenedor al suelo. De inmediato Vicente se agachó a recogerlo y en voz baja le rogó que mirara a su madre. Su mano se entrelazaba con la de Rafael por debajo de la mesa y las caricias de una mano en la otra se repetían como dos adolescentes. No daba crédito a lo visto. Ester tenía razón. Era una bruja, buena por supuesto, pero una bruja. Lo cierto es que no le disgustó. Ya era hora. Pensó. Su madre se merecía encontrar a alguien con la sensatez y la bondad de Rafael. La pareja había alcanzado ese peldaño. Él seguiría enterándose de la vida del abuelo de Ester porque esa misma vida sería la que llevaría, entregándose a los demás y disfrutando de Terci cuando su amiga le enseñara esas técnicas para acudir al mundo de los espíritus. Tenía la convicción que aunque no fuera descendiente de aquellos indígenas, Don Julián tampoco lo fue, consiguió conectar con Anki. Su vida era paralela a la de Don Julián porque no iba a poderse comunicar con su amor. Todo ese bombardeo de ideas le machacaba el cerebro mientras recogía el tenedor y contemplaba la escena. Al recuperar la verticalidad le entregó el tenedor a su amiga, le sonrió, replicando con el mismo gesto. Y mientras sus almas se llenaban de una felicidad sin límites, soltó.

    Tienes que enseñarme a viajar al mundo de los espíritus. Necesito conectar con Terci. ¿Me enseñaras verdad? 

   Ester sonrió su alma flotaba a sentir como su abuelo y él por medio del Señor le daba esas energías para repartir felicidad y alegría a todos los que le rodeaban. Por supuesto que le ayudaría no faltaría más. Será maravilloso instruirlo en las técnicas de concentración de los Bribris para conectarse con sus seres queridos. 
   Cuando su madre le dio un beso de buenas noches se encontró con el comentario de su chico.

    No le dejes escapar mamá es un gran hombre

    Ella se quedó por unos instantes de piedra. Si había sido discreta al máximo y su chico le salía por esas. Se abrazó más fuerte a su hijo y plasmándole dos sonoros besos le respondió

     Lo intentaré con todas mis fuerzas.

    Un cumplido de su hijo finalizó el encuentro para subir a su habitación y descansar hasta la mañana siguiente. 

     No te esfuerces mucho, una mujer tan maravillosa no lo necesita. Además lo tienes en el bote.

    Cuando los chicos se subieron a sus habitaciones Rafael se quedó con ella en la cafetería. Le propuso repetir en el mismo pub de la noche anterior, pero él le aseguró que tenía otro plan mucho mejor. Se levantaron de la mano subieron en el ascensor y juntos entraron en la habitación de ella pues el compartía con otro técnico la suya. 
    Espero que no te ofendas pero Ester me pidió que fuera sincero contigo, que no perdiera el tiempo.
   Primero comenzó a reírse y luego se contagió se abrazaron, se besaron y…









No hay comentarios: